Niños superdotados

¿Tienes la impresión que tu hijo lo entiende todo y muy rápidamente? ¿La impresión es tan grande que empiezas a pensar que tu hijo es superdotado? A continuación hemos preparado un artículo para resolverte las dudas más frecuentes que suelen surgir y ayudarte a reconocer si tu hijo es superdotado y, en caso de serlo, ayudarle y saber a quién acudir para pedir consejo.

¿A partir de qué edad podemos saber que un niño es precoz?

A partir de los 3 años los niños pueden pasar pruebas con un psicólogo para medir la cantidad de vocabulario conocido, someter al niño a un test de atención, de lógica... Estas pruebas son indicativas y requieren ser confirmadas con el niño más crecido. No es hasta ese momento cuando se confirma realmente que el niño posee un coeficiente intelectual por encima de lo normal.

La confirmación definitiva se hace mediante unas evaluaciones específicas efectuadas por un terapeuta especialista en la materia. Estas evaluaciones permitirán establecer un diagnóstico preciso y fiable. Los padres deben informarse antes de pedir cita para estas pruebas, ya que no todos los psicólogos practican estas pruebas. La prueba consiste en una sesión de aproximadamente tres horas en las que se practica un "dialogo" con el niño y, sobre todo, muchos juegos. Tras la prueba el experto dará a conocer los resultados.

Hay que aclarar que no todos los niños que se piensa son superdotados, resultan serlo. En ocasiones, un entorno sociocultural favorable puede dar esa impresión, y niños inteligentes, equilibrados, agradables y astutos pasan para precoces hasta conocer los resultados de dicha prueba. Si la precocidad se confirma, entonces padres y profesores deberán determinar juntos las soluciones que hay que ejecutar para una escolarización adaptada a las aptitudes del niño. Pero una cosa hay que tener muy clara: de nada sirve esconderle la verdad al niño.

¿Cómo ayudarles a abrirse camino a pesar de su diferencia?

Para asegurarles una escolaridad acertada, los padres deben explicarles la situación a los profesores. Con el fin de que este anuncio no sea interpretado como un reproche, es aconsejable esperar la ocasión apropiada, como una cita concertada por el profesor para remarcar los buenos resultados del niño, por ejemplo. Este primer diálogo es determinante para lo venidero: si el pedagogo se siente implicado, dará muestras de flexibilidad y comprensión, y podrá adaptar el trabajo del niño a su nivel, contemplar la posibilidad de pasarlo de clase, etc.

En cuanto a la vida diaria, hay que aclarar que los niños precoces pueden ser difíciles de llevar. Son niños que ponen y se ponen muchas preguntas, que necesitan actividades estimulantes durante todo el día, que saben usar muy bien sus "técnicas" para lograr lo que quieren, etc. No responder a su petición sería un error. En cambio, los padres no deben estar solos en esto.

Para no hundirse ante tanta "solicitud", los padres pueden apoyarse en ciertos recursos que les permiten a los niños progresar solos: ordenadores, bibliotecas, talleres de ocio,... El segundo sostén importante para los padres son las asociaciones. Éstas permiten a los padres compartir con otros padres las mismas preocupaciones y a los niños encontrar a otros niños afines a ellos.