Fotos de niños
¡¡Los niños crecen tan rápido!! Y aunque guardamos un montón de recuerdos de su infancia, en muchas de esas fotos podemos ver sonrisas forzadas o expresiones poco naturales. Ya es hora de dejar de lamentarnos por nuestras últimas fotografías tomadas y comenzar a convertirnos en mejores fotógrafos. Fotografiar a los niños supone ciertos desafíos, pero da numerosas satisfacciones. Igual que puede resultar frustrante no captar bien ciertos momentos espontáneos, es muy satisfactorio lograr captar la alegría que ilumina las caras de los niños jugando al sol, en los primeros días veraniegos. Captar los instantes del día a día convertirá tus fotos en un tesoro que disfrutarás toda tu vida. A continuación te dejamos unos fáciles consejos que te permitirán mejorar las fotos de tus niños.
Convertir lo inhabitual en habitual
Muchos padres no son capaces de sacar a sus hijos en fotografías sin que aparezcan forzados o sin que hagan gestos o “caras”, fruto de la sensación de estar “delante de la cámara”. Los pequeños estarán más naturales si la cámara de fotos se convierte en una parte integrante de su vida diaria en lugar de ser sólo exhibida una o dos veces al año. Si conviertes la cámara en algo usual de su vida diaria, estarán más agusto frente a ella y esto hará que sus retratos sean mucho más naturales. Comienza por sacar la cámara una o dos veces a la semana. Poco a poco se acostumbrarán y, además, poco a poco adquirirás más práctica. Si continúan haciendo el "payasete" delante de la cámara, entra en su juego y divertíos. Las "caras" y los "tonterías" forman parte de la infancia.
Ver los ojos de los niños
Entre los adultos, nos miramos a los ojos y hacemos fotografías de nuestros amigos al nivel de la mirada. Pues lo mismo tiene que ocurrir con los niños: tenemos que realizar las fotos a su altura. Para ello, debemos ponernos de rodillas o incluso sentarnos en el suelo y así tomaremos las fotos al nivel de los niños.
¡Paciencia, paciencia y paciencia!
Los niños tienen un límite de dos o tres minutos antes de empezar a molestarse por las fotos de papá o de mamá. Y es que el deseo de ir a correr y a jugar es demasiado fuerte. Por tanto, no los fuerces a quedarse en el sitio demasiado tiempo, a no ser que te gusten los retratos de caras enfadadas. Dale al niño un soporte: un globo o su juguete preferido le dará una expresión más natural, en lugar de la que diría: "¡Date prisa con tu foto, mamá!" Haz de una sesión de fotos entretenimiento y descanso.
Rellena el cuadro
Los fondos de las fotos pueden ser molestos y estropear una buena foto. Así que no tengas miedo de acercarte y centrar la foto sobre las caras de tus pequeños ángeles. Esto le dará interés y vida a la imagen. A no ser que tomes fotos de un viaje o de una actividad específica, siéntete libre de enfocar sobre el elemento más importante: tu niño.
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