EsquÃ
¿A qué edad puede un niño iniciarse en el esquÃ? ¿Cuáles son las recomendaciones que hay que conocer? Para resolver éstas y otras dudas que hayan podido surgiros, hemos preparado un completo artÃculo que os será de gran ayuda. Lo primero que debéis saber es que el esquà es una actividad en la que los niños pequeños comienzan cada vez más temprano.
¿A qué edad puede comenzar a esquiar un niño?
Si la edad de 4 años os parece precoz, tratad de mirar y observar a los niños de esta edad sobre la nieve: los veréis deslizarse, caerse, saltar, levantarse y de nuevo lanzarse divirtiéndose y sin el temor que muchos adultos tenemos. Los monitores de esquà y médicos deportivos son unánimes al respecto: los niños pueden comenzar a esquiar desde muy pequeños. Casi tan pronto como se tengan en pie sobre sus piernas. Y en efecto, las piernas de los niños pequeños son cortas y, por tanto, su centro de gravedad es más bajo con relación a los adultos, lo que explica la gran facilidad que tienen para deslizarse sin caerse.
Por otra parte, sus huesos son todavÃa elásticos y flexibles, por lo que hay menos riesgos de sufrir traumatismos o fracturas como los adultos. Además, sus articulaciones al ser más móviles, les permiten efectuar movimientos casi imposibles para nosotros. Sin contar que los niños, generalmente, no tienen miedo, por lo que no están retenidos por el temor y la aprehensión que un adulto puede tener en lo alto de una pista.
La ropa y el equipo son muy importantes. En primer lugar encontramos el caso: obligatorio e importantÃsimo para los niños. Escoged un modelo homologado. No olvidéis tampoco las gafas de sol para proteger los ojos del reflejo del sol sobre la nieve, mismo aunque el cielo esté nublado. La crema solar de proteccÃón total es imprescindible para proteger la frágil piel del niño de las quemaduras del sol (muy frecuentes en la montaña debido al reflejo del sol sobre la nieve).
Las escuelas de esquà para los niños
Apuntar al niño a una escuela de esquÃ, es permitirle al pequeño adquirir las nociones básicas para esquiar gracias a la ayuda de los monitores especializados. Puede que el niño al principio se muestre reticente y se niegue a participar en los ejercicios propuestos por los maestros, pero calma, que muy pronto se implicará en la actividad y en los juegos propuestos. Los monitores saben conseguir que los niños confÃen en ellos y que aprendan las nociones básicas del esquà de una forma lúdica. Además, aprender de esta forma tan natural hace que el niño lo asimile mucho mejor.
Consejos para los padres
Cuando acompañes al niño a la escuela de esquÃ, al igual que hiciste en los primeros dÃas del cole, habla con él sin que note tu inquietud o temor (en caso de que los tengas), no te quedes demasiado tiempo y deja que el niño se reúna con el grupo. Asà es como el niño se sentirá más seguro de sà mismo y confiará el monitor desde el principio. Si el niño encuentra dificultades al principio o no llega a hacer correctamente los ejercicios, anÃmale a que participe en las próximas sesiones, pero sin ser severo con el niño. Muéstrale el lado positivo de la actividad y subraya los progresos que haya conseguido, aunque hayan sido mÃnimos.
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