Cuándo debemos llevar a nuestros hijos al dentista por primera vez
Hace años, se recomendaba que los padres llevasen a sus hijos al dentista cuando realizasen la primera dentición y ya tuviesen fuera todos los dientes de leche, algo que suele suceder entre los 30 y los 36 meses de edad.
En la actualidad, no obstante, se aconseja hacer la primera visita al odontólogo cuando al pequeño le salga el primer diente de leche o, en su defecto, durante el primer año de edad. Esto se debe a que, en cuanto le salga el primer diente, podrá empezar a desarrollar las conocidas como caries de biberón. Además, los estudios han demostrado que, dentro de los primeros tres años de vida, los dientes de los niños ya han sufrido algunos inocentes traumatismos que pueden afectar a su correcto crecimiento, por no hablar de que se pueden presentar problemas de oclusión dental como consecuencia de un mal hábito.
Por qué llevarles tan pronto al dentista
Lo primero que podemos decirte es que llevarles desde tan pequeños sin necesidad de esperar a que el niño presente su primera molestia dental, servirá para que nuestro hijo no desarrolle miedo por los odontólogos al asociarlo al dolor y a una mala experiencia.
Son muchos los beneficios de llevar a nuestros hijos al dentista en una edad temprana, no sólo evitarles traumas por asociacionismo. El odontólogo nos ayudará dándonos consejos de alimentación y hábitos de limpieza dental que colaborarán al correcto desarrollo dental de los más pequeños de la casa. Además, es importante que sepas que los niños con unos dientes sanos mastican y digieren mejor los alimentos sólidos, sonríen con más seguridad, se libran de aparatosas molestias y aprenden a hablar y vocalizar correctamente con una mayor facilidad.
En qué consiste la primera visita
Esta primera experiencia al dentista no será desagradable para tu pequeño, ya que difícilmente le causará dolor ni ningún otro tipo de molestia. En la clínica Dental Integral le harán una revisión tanto de los dientes como de las encías mediante una ligera palpación.
También se asegurará de vigilar que los maxilares y su mandíbula está desarrollándose en la forma en la que debería estar haciéndolo, sin alteraciones anormales del crecimiento. Por otro lado, examinará que la posición dental sea la más óptima, sin alteraciones causadas por un mal hábito de succión de pulgar o por el uso del chupete.
Después de todo esto, le lavará los dientes a tu pequeño y te explicará la forma correcta de hacerlo, para que puedas establecer un buen hábito y unas buenas pautas de limpieza dental.
Cómo limpiar los dientes y encías de nuestros hijos
Antes de que le salgan los dientes a nuestro pequeño, se recomienda pasarle una gasa humedecida con agua tibia por las encías, para retirar los restos de leche que se hayan podido quedar después de cada comida. Además, todos sabemos lo incómodos que están los bebés cuando comienzan el periodo de dentición, así que te recomendamos que les masajees con la gasa de manera circular las encías. De esa manera, conseguirás aliviar mínimamente su dolor.
Los dedales de silicona o látex con cerdas suaves se pueden utilizar a partir de la aparición de los primeros dientes, cuando las gasas serán insuficientes para cuidar la higiene bucal de nuestro pequeño. La pasta de dientes que te recomendamos es la que tiene una concentración de 1.000 ppm de flúor. Es importante que sepas que sólo tendrás que utilizar la cantidad equivalente a un grano de arroz.
¿Es importante cuidar de los dientes de leche?
Esta pregunta sobre la salud de los dientes temporales es una que suelen plantear muchos padres. Lo cierto es que es imprescindible cuidar de los dientes de leche de igual manera que lo haríamos con los dientes finales. A fin de cuentas, los primeros dientes temporales también pueden desarrollar caries o fracturarse, por lo que pueden ser la causa de muchas molestias para nuestros hijos si no nos los tomamos en serio, ya que pueden llegar a dañar al diente que vendrá después.
Como te hemos dicho antes, con los primeros dientes el niño aprenderá a vocalizar y hablar mejor, además de que servirán para una correcta masticación y deglución de los alimentos, por lo que la mejor opción es siempre cuidar de ellos.
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