Segundo mes del bebe
Aparte de la lactancia, el pequeño bebé ha desarrollado relaciones interactivas con sus padres o hermanos y hermanas. El bebé reconoce las caras de su entorno más cercano y reacciona a las caras conocidas con sonidos y sonrisas. Comienza también a jugar con las personas de su entorno y a reaccionar con sus voces que le gusta escuchar. Los llantos del bebé son más diferenciables para sus padres, que han aprendido a comprender sus necesidades. Los llantos que más aprenderán a diferenciar serán los de hambre, sueño, dolor, dolor fuerte, aburrimiento y “necesito que me cambies”, que son principalmente toda sus necesidades en esta época.
Este mes está marcado por la aparición del tono muscular. El bebé comienza a ser capaz de mantener su cabeza. También puedes ayudar a tu bebé a desarrollar este tono muscular, mediante ejercicios y pequeños juegos. Rápidamente el niño responderá gustoso a tus juegos. Por ejemplo, puedes poner al niño sobre su espalda y apartarle despacio sus brazos, juntos o uno tras otro. También puede levantarle los brazos uno tras otro, o coger sus piernas y hacerlas pedalear despacio,...
Haga más atractivo su universo colgando móviles encima de su cama. Hacia la sexta semana de vida puede verlos y seguirlos ojos. Y dentro de lo posible, intenta variar los móviles, que no sean siempre las mismas figuras. Esto le gustará mucho al pequeño. No lo dejes siempre en su habitación: sácalo, hazle descubrir otros lugares, olores diferentes, ruidos, colores, contrastes,...
Verás que en el segundo mes el cuerpo del bebé está mucho más relajado, más suelto,... incluso parece menos acurrucado. Acostado sobre el vientre, el niño empieza a ser capaz de levantar su cabeza durante un segundo. Tu bebé realizará grandes progresos en lo concerniente al desarrollo cognoscitivo y a su raciocinio. Cosas que pueden parecen anodinas, no lo serán para él, como los gritos en el momento de la comida. Poco a poco sus períodos despierto serán cada vez más largos.
El bebé además está muy receptivo. Aunque esté emitiendo sólo pequeños gritos, ya está aprendiendo a "hablar". Por ello los juegos de lenguaje son un medio excelente para contribuir a su despertar y a crear lazos afectivos entre vosotros. En esta época, tu bebé está muy receptivo a la ternura y el cariño. El pequeño responderá a una sonrisa o una caricia con una verdadera sonrisa. Son sus primeros intercambios afectivos.
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