Viajes en avión
Llegad temprano. Llegar con dos horas de antelación puede parecer exagerado, pero con las reforzadas medidas de seguridad, es necesario dejarse un poco de tiempo para encontrar la puerta de embarque, sobre todo si viajas con un niño, dos, tres... Ciertos aeropuertos tienen áreas de juegos cerca de las puertas de embarque, con el fin de que los niños gasten un poco de energÃa antes de embarcar. Puedes incluso pedir una autorización para un amigo o un pariente que podrá pasar con usted el punto de control y le acompañará hasta la puerta de embarque.
Si has cogido un billete de avión para el bebé, es aconsejable llevar un asiento para niño: es práctico para que los niños pequeños descansen allà cuando se duerman y es más descansado para los padres, que no tienen que llevar todo el tiempo al niño en brazos. IndÃcalo en el momento de la reserva y del registro, ya que los asientos para niños deben estar al lado de la ventana y no pueden estar instalados cerca de las salidas de emergencia.
Aprovechad el embarque prioritario. Ciertas compañÃas aéreas proponen a las personas que viajan con bebés o niños de corta edad, embarcarlas primero con el fin de darles más tiempo para instalarse en el avión. No seas tÃmido y cuando oigas la llamada para las personas en silla de rueda y niños no acompañados, acude a ella. Y si el agente olvida la llamada para los pasajeros prioritarios, preséntate delante de él y dile: "Viajo con niños menores de cinco años. Deseo ser prioritario. Creo que se olvidó llamar a los pasajeros prioritarios."
Lleva una mochila. Es mucho más práctica que una bandolera para desplazarse por el estrecho pasillo del avión. Cosas que no debes olvidar meter en el equipaje de mano: libros para colorear o de pasatiempos, tentempiés (evita los dulces en niños sensibles a eso), un recipiente vacÃo y\o una tetina (podrás comprar bebidas y zumo de frutas después de haber pasado el control de seguridad. El hecho de chupar puede disminuir los problemas de despresurización del despegue y del aterrizaje), una pequeña manta (no puedes saber los gérmenes que puedes encontrar en las mantas y las almohadas del avión), juguetes o un peluche (siempre es tranquilizador para el niño tener objetos familiares), ropa de recambio para él y para ti (si el niño se marea, siempre es bueno tener un recambio).
Cuando hagas la reserva, indica que viajas con un niño y que es imperativo que lo hagáis juntos. Desde el mismo registro, verifica que vuestros sitios están uno al lado del otro. No esperes estar en la puerta de embarque para tratar de cambiar los sitios, porque es muy probable que te encuentres en pasillo del avión, tratando de cambiar de sitio con otros pasajeros a los que puede molestar tu petición.
|