Primer desamor adolescente
El primer desamor es duro. Éste suele darse en la adolescencia y los chicos lo pasan mal. Ese sentimiento de dolor y angustia es nuevo para ellos y no saben cómo administrarlo. Tiene la impresión que no vale nada, que no es digno de volver ser querido y que nunca "sobrevivirá" a este trauma. Se siente abandonado e inconsolable, haya sido cual haya sido la duración de su relación.
Como padres, lo aconsejable es no inmiscuirse en la pena de amor de tu hijo y permanecer en un papel relativamente discreto. Está pasando por un trago amargo para él y podría tomarse bastante mal cualquier pregunta o comportamiento demasiado “intrusivo” por parte de sus padres. Nunca hay que tratar de obligarle a salir ("Muévete, que pareces tonto"), quitarle valor a la persona querida ("esa persona no me gustaba en absoluto"), ponerse nervioso con él ("No vayas llorando por todas partes") ni tratar de compadecerlo ("Mi pobre, qué mal estás"). La primera separación es dolorosa y necesita tiempo para ser superada.
Lo que sí podemos hacer como padres es reconocer su tristeza (sin caer en el exceso). Para ocuparnos de nuestro hijo sin inmiscuirnos demasiado podemos prepararle uno de sus platos preferidos, proponerle ir de tiendas, al cine,… Incluso podemos evocar nuestra primera rotura personal y demostrarle que comprendemos el dolor que está sufriendo, porque nosotros también lo hemos pasado, pero que poco a poco todo se arreglará.
Como padres, también podemos sugerirle vivamente hablar con su mejor amigo, pasar tiempo con él e incluso dejarle ir a su casa a dormir. La amistad es muy importante en la adolescencia. Y algo importantísimo para superar el dolor del desamor.
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