Alimentación infantil: 1 - 3 años
El perÃodo de uno a tres años es el de los grandes descubrimientos gustativos. A esta edad, el niño es muy curioso, por lo que debemos aprovechar para iniciarle en los miles de sabores, aunque sobre todo en el de las frutas y las verduras. Cuanto antes descubra estos sabores, mayores son las probabilidades de que le gusten cuando sea mayor.
Azúcar y sal
El niño pequeño no tiene ninguna necesidad nutritiva de sacarosa, (único componente del azúcar). Por contra, tiene unos dientecitos frágiles para los que el azúcar no es del todo indicado. Aunque, claro, su placer gustativo es importante. Por ello, debemos encontrar el equilibrio adecuado para que aprenda a apreciar los productos azucarados en su justa medida. A diario podemos hacerle apreciar el dulce sabor de las frutas naturales.
Hemos hablado del azúcar pero, ¿qué pasa con la sal? Sobre el plano nutritivo, las aportaciones de sal de la alimentación cubren ampliamente sus necesidades. El gusto se educa y las costumbres adquiridas durante la infancia son importantes en la vida del niño. Si el niño come moderadamente salado, tenderá a salar menos sus platos cuando sea más mayor.
Leche de crecimiento
Numerosos estudios muestran que existe, entre el primer y el tercer año de vida del pequeño, un elevado riesgo de déficit de hierro. El hierro es un oligoelemento importantÃsimo en el perÃodo de crecimiento ya que interviene en la formación de los glóbulos rojos. Las leches de crecimiento contienen la cantidad suficiente de hierro para responder a las necesidades de esta edad. Estas leches de crecimiento también cubren las necesidades de ácidos grasos esenciales y vitamina E. Además, están adaptadas para asegurar una correcta transición entre la leche de crecimiento y la leche de vaca.
Agua natural
El organismo del niño está constituido mayormente de agua (el 60 % del peso del cuerpo en 1 año). Al ser la sed una señal tardÃa de la necesidad de agua, es bueno proponerle al niño beber regularmente. Si no la necesita, no se le debe forzar a beber. El agua deberemos dársela natural, sin azúcar ni aromas.
|