Fecha de ovulación

La fecha de ovulación es una cuestión que interesa a numerosas mujeres y a numerosas parejas. Para aumentar las posibilidades de embarazo, es importante conocer el momento más oportuno para que este acontecimiento feliz y esperado se produzca.

Normalmente, es posible identificar la fecha de ovulación de una mujer respecto a la duración de su ciclo menstrual. La ovulación se produce generalmente 14 días antes del fin del ciclo. Por tanto, para las mujeres ajustadas cada 28 días, la ovulación se efectúa en principio al día 14 del mes.  Pero para un ciclo cuya duración es de 30 días, la fecha de ovulación se suele dar el día 16 o 17 de mes.

Evidentemente, estas fechas son sólo teóricas (aunque aproximadas). La fisiología de cada mujer, sus variaciones hormonales que activarán la ovulación, no obedecen a parámetros demasiado precisos. Incluso pueden existir ovulaciones "espontáneas" (provocadas por ciertos acontecimientos), sin que sean verdaderamente regulados por el ciclo femenino.

Para tener más certeza sobre la fecha de ovulación, lo mejor es utilizar una prueba específica vendida en la farmacia. La prueba de ovulación detecta en la orina una hormona LH (hormona luteinizante) que es segregada por la hipófisis, la pequeña glándula situada en la base del cerebro. La hormona LH activará la ovulación. Esta prueba, aunque funciona bien, no es 100 % eficaz. Otra posibilidad es tomar regularmente tu temperatura y dibujar una curva. Después de la ovulación, la temperatura corporal aumenta normalmente medio grado. La ovulación se produce antes de la elevación de la temperatura.

Tras la fecha de ovulación, también es esencial conocer el período de fecundidad. Es el período durante el cual una mujer puede quedarse embarazada. Éste comienza teóricamente 4 ó 5 días antes de la ovulación. Después de la ovulación, el cuello del útero cambia de aspecto. Más concretamente, es la clara del cuello la que se transforma, siendo ésta menos fluida y convirtiéndose en una especie de malla estrecha que impide el paso y la progresión de los espermatozoides. Una vez más, no podemos fiarnos al 100 % es estas fechas, ya que por razones múltiples, pueden variar según las mujeres.

También hay que tener en cuenta que la ovulación depende de numerosos parámetros, como los psicológicos o los nutricionales. Como ejemplo pondremos los casos de mujeres demasiado flacas o muy deportivas, que suelen presentar confusiones hormonales que perturban la ovulación y la regularidad de los ciclos.

Sólo nos queda advertir que no debemos basarnos nunca en la fecha de ovulación y el período de fecundidad, para elaborar un método de contracepción. Una contracepción eficaz necesita medios eficaces, como los preservativos, la píldora, etc.