Epidural

Seguro que informándote sobre ella, has leído u oído un montón de cosas sobre la anestesia epidural: opiniones a favor, en contra, mujeres encantadas con sus resultados y otras que no la recomiendan... La epidural genera mucha controversia. Por ello, hemos querido preparar un artículo intentando aclarar las dudas más frecuentes que suelen existir acerca de esta anestesia. Esperamos que nuestra información te sea de ayuda y te ayude a decidirte.

Lo primero que tenemos que aclarar es que no todas las mujeres pueden parir con la epidural. Si presentan síntomas de fiebre, infecciones a nivel de la espalda (furúnculos), problemas en la coagulación de la sangre o algunas enfermedades neurológicas, éstas no pueden utilizarla ya que en estas circunstancias, la epidural sería peligrosa. En estos casos el anestesista se negará a practicarla.

¿Qué trámite que se sigue? Unas semanas antes del parto, acudes al anestesista. Actualmente esta consulta es obligatoria, tengas decidido o no parir mediante epidural. El anestesista te informará sobre la epidural, sus ventajas, sus riesgos, etc. y te examinará. No dudes en consultarle todas las preguntas o dudes que te hayan surgido previamente. Para que no se te olvide nada, es aconsejable que cualquier duda que te surja la anotes en un papel para que no te olvides de consultarla. Él es el especialista y podrá resolver todas tus dudas.

Si has decidido parir mediante epidural, en el momento del parto un médico anestesista (puede que no sea el mismo) vendrá a examinarte  y verificará que no presentas ninguna contraindicación. Para realizarla te pedirá que te acuestes de costado y te pinchará en la parte final de la espalda, entre dos vértebras lumbares. Esto le permitirá introducir un pequeño tubo (catéter) en el espacio peridural. Tras la inyección, habrá que esperar de 10 a 15 minutos para sentir su efecto sobre el dolor. Según la duración del parto, habrá que renovar la inyección para que su efecto no disminuya, pero éstas serán totalmente indoloras ya que se harán a través del catéter.

Ventajas de la epidural. Entre sus ventajas, destacamos las siguientes: Esta anestésia alivia casi por completo el dolor, sin bloquear ninguna de tus facultades mentales, lo que permite tu participación activa en caso de cesárea. El uso de la epidural hace que el parto sea más lento, lo que es beneficioso. Además, evita la necesidad de aplicar otro anestésico en caso de requerirse el uso de fórceps, episotomía o extracción con vacío. Por último, decir que su uso reduce el trabajo que realizan los pulmones durante la acción del parto, circunstancia útil para las personas que puedan sufrir alguna enfermedad pulmonar o cardíaca.

Riesgos. Pueden haber efectos secundarios, pero la mayoría son benignos: el efecto de la epidural puede ser incompleto, o inexistente. En ese caso puedes sentir dolores en la espalda, aunque es difícil saber si son debidos a la epidural o a la posición adoptada durante el parto. Más raramente (menos del 1 % de los casos), ciertas mujeres presentan una hipotensión fuerte o sienten dolores de cabeza y vértigos durante los días posteriores al parto, a causa de una lesión en la matriz. Los accidentes graves son extremadamente raros (reacción alérgica, problema  cardíaco,...) aunque pueden como en cualquier otra acción anestésica.